Independiente volvió a sufrir una dura derrota jugando mal contra un equipo semi-suplente. A los de Ramón Ángel Díaz no se les vino nunca una idea de juego y en consecuencia se vio un rendimiento paupérrimo y para variar poco compromiso en la entrega. En una semana nomás, el clásico de Avellaneda.
El primer tiempo fue para el olvido, un equipo que no podía dar dos pases seguidos, literalmente y un Vélez que era ampliamente superior en todos los aspectos posibles. Los muchachos de Liniers se hicieron un festín con la banda izquierda cubierta por Ferreyra y Velazquez, así fue que a 10 minutos del descanso, una nueva jugada desafortunada culminó con el gol de los visitantes que fue anotado por el joven Jonathan Ramírez.
Para el segundo tiempo el golpe de timón fue el ingreso de Walter Busse, Marco Pérez y más tarde Matías Defederico, que poco pudieron hacer y obviamente, pasaron 45 minutos más de sufrimiento, en los que Independiente se caracterizó por tirar pelotazos, lateralizar el juego y perder la pelota rápidamente, esto obligo a Hilario Navarro a salvar al equipo en varias jugadas interesantes que podrían haber ampliado el resultado adverso.
Este miercoles desde Ecuador vs. Liga de Quito y en una semana el clásico de Avellaneda con los vecinos, se vienen unos días complicados y de mucho "fútbol".
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