miércoles, 10 de agosto de 2011

Una victoria que trae aire.

Independiente ganó y respira. En un partido plagado de emociones encontradas, los dirigidos por Mohamed sacaron ventaja y lograron un merecido 2-1 a favor. El debut auspicioso de Milito, con su calidad intacta, la potencia de Tuzzio, el juego de Fredes y el gol de Marco Perez fueron los puntos altos de esta primera final.

El primer tiempo lo vio a Independiente como un claro dominador del juego, imponiendo el ritmo, manejando la pelota y presionando en el medio, algo típico en los esquemas de Mohamed. Un Milito que fue tomando ritmo, un Tuzzio impasable, un claro Ivan Perez manejando los tiempos junto a Fredes y un rápido Marco Perez que asustaba a la defensa brasilera. Con ese panorama un gol del Inter era impensando, pero pasó. Una falla defensiva culminó en el gol de Damiao. Los murmullos comenzaron a oírse en Avellaneda, pero no duraron. 5 minutos más tarde un cabezazo sorpresivo de Maxi Velazquez le dio el empate a losde Avellaneda.



El estado físico y quizás, el conformismo de algunos mostró a un Independiente "dormido" en el segundo tiempo, que regaló la pelota los primeros veinte minutos del complemento, hasta que una falta cerca del área concluyo en un tiro de esquina a favor que convirtió el colombiano Marco Perez. Allí Independiente despertó y comenzo a atacar. La mala fortuna, un palo y un par de atajadas de Muriel impidieron que se estire la ventaja.

Ahora a esperar por la revancha, con una ventaja minima pero que debe resguardarse.

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